Sobre mí
Esta es una historia de amor por la música.
Primero como intérprete, ahora como gestora y organizadora. ¿Peró cómo puede darse esa transformación?
El viaje comenzó estudiando el grado elemental de música cuando tenía 9 años, en la Agrupación Musical de Totana. Dos años después de iniciar las clases de solfeo, la Agrupación Musical me proporcionó el instrumento del que me enamoré, el clarinete. Así fue como comencé a recibir clases bajo la tutela de María Andanuche.
Tuve claro que quería ser músico profesional después del elemental, al comenzar el grado profesional en el conservatorio Narciso Yepes de Lorca tutelada por José Antonio Millán y José Miguel Azorín.
Estudiando descubriría sinfonías de Wagner, Beethoven o Mahler, me apasioné por la música clásica y soñé un futuro en que tocaba en una orquesta todas estas obras.
Finalmente, me titulé en el Conservatorio Superior “Salvador Seguí” de Castellón, en la especialidad de Clarinete.
Conocer allí a Juan Esteban Romero, mi profesor, fue una experiencia capital. Su forma de transmitir sus conocimientos, tan entusiasta, y de apoyarme para alcanzar mi sueño de tocar en una orquesta fueron claves para enamorarme de todo lo que tiene que ver con la música.
De ese impulso llegué a Viena, para un diplomado de interpretación musical.
En Viena tuve la oportunidad de entrar en la Orquesta Viena Imperial Filarmónica, con la que en varias giras recorrí muchos países de Europa y Asia, como solista.
En suma, tocar en todos estos proyectos musicales y en tantos escenarios fue un sueño cumplido para mí.
Paralelamente a los estudios, con mis amigos músicos creamos la Asociación Cultural Con Forza para dar conciertos por la Región de Murcia.
Pero después de cinco años con la orquesta y con los grupos de música de cámara sufrí uno de los reveses más grandes en mi vida, justo en el momento más alto de mi carrera.
Un problema de salud afectó a los nervios de mi boca y labio, imposibilitándome tocar con regularidad.
Los médicos en España descartaron una distonía y aún hoy es un problema médico sin diagnóstico. No podía tocar el clarinete y no sabía por qué, ni cómo solucionarlo. Mi carrera musical paró en seco, pero incluso en esas condiciones me esforcé para volver a subirme a los escenarios.
Sin embargo, ahora pienso que este cambio de vida tan repentino fue, probablemente, una de las mejores cosas que pudo pasarme, porque descubrí otra faceta.
Al compartir esta historia con mis compañeros de la asociación volví a conectarme con el mundo de la música clásica, pero de diferente forma. En vez de tocar en los conciertos de Con Forza, ahora me tocaba organizarlos.
Así comenzó mi segunda experiencia capital en mi trayectoria: la organización y gestión de eventos culturales; como presidenta de la Asociación Cultural Con Forza. Y cambió mi vida.
Me apasionó de una forma que antes no sentí.
Decidida, completé un máster de Gestión Cultural en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), además de unas prácticas en el departamento de Gestión Cultural del Instituto Cervantes de Viena y fundé, junto a Fernando Zonda y Felipe Medina, la Orquesta Iberoamericana de Viena, una orquesta apoyada por las veintidós embajadas iberoamericanas residentes en Austria.
Organicé varios proyectos para el desarrollo y transformación social para la ONU y la UNESCO, a través de conciertos de música de cámara, por los que fui seleccionada por su presidente, Peter Haider, para el título de Embajadora de la Paz.
Los pasos más recientes en esta andadura son unas prácticas en la Orquesta de Extremadura, para un postgrado de Cooperación y Gestión Cultural Internacional en la Universidad de Barcelona. Pude conocer de primera mano en su día a día la profesionalidad de una orquesta en España al más alto nivel, pues en la OEX he disfrutado mucho aprendiendo sobre gestión cultural en esta región, desde sus instituciones.
En la actualidad estoy inmersa en el máster MBA de Administración y Dirección de Empresas del sector cultural, en la Universidad Europea Miguel de Cervantes y trabajo como coordinadora musical en la Fundación Atrio Cáceres.
Como coordinadora musical en la Fundación Atrio, mi trabajo es una fusión de pasión y profesión.
La fundación es un lugar donde la cultura y las artes desempeñan un papel fundamental en la comunidad, y tengo el privilegio de ser la persona encargada de dar vida a esta visión.
Mi labor involucra la planificación y organización de una amplia variedad de eventos culturales y musicales que enriquecen la vida de las personas en la comarca de Cáceres.
A medida que continúo mi viaje en el mundo de la música y la gestión cultural, estoy emocionada por lo que el futuro me depara. Cada día es una oportunidad para aprender, crecer y hacer una diferencia en el mundo de las artes y la cultura. La música sigue siendo mi gran pasión, y ahora, como coordinadora musical y estudiante de MBA del sector cultural, estoy comprometida a llevar la cultura a nuevas alturas.
Mi historia es un recordatorio de que, incluso cuando la vida nos presenta desafíos inesperados, podemos encontrar nuevas pasiones y seguir adelante con determinación.
Desde mis primeros días tocando el clarinete en la Agrupación Musical de Totana hasta la creación de la Orquesta Iberoamericana de Viena y mi trabajo con organizaciones internacionales, he aprendido que la música y la cultura tienen el poder de unir a las personas y transformar vidas.
Mi viaje continúa y estoy ilusionada por lo que el futuro me traerá.
¡Te sigo contando!
Coordinadora musical
Trabajando en favor de la cultura, de la conservación del Patrimonio y del desarrollo de Cáceres.
Presidenta
Asociación Cultural Con ForzaDesde sus inicios en 2016, como fundadora.